sábado, 28 de marzo de 2009

ESTRÉS DOCENTE







ESTRÉS DOCENTE
EMOCIONES DOCENTES
GABRIELA AHUJA ORMAECHEA








ESTRÉS DOCENTE

La pedagogía permite analizar las diversas dimensiones que componen y desarrollan los participantes educativos, debido a esto es que se necesitan realizar planteamientos que no sólo impliquen el actuar docente sino también sus condiciones como ser humano, entre las cuales se presentan alteraciones fisiológicas y psicológicas que disminuyen sus capacidades y habilidades como individuo. En la vida del docente se presenta una presión constante ya que la sociedad les ha impuesto una diversidad de roles (maestro, guía, confidente), los cuales han actuado de forma directa para disminuir el interés de estos por alcanzar sus sueños, anhelos y a su vez entender las emociones que los embargan diariamente.





Por tal circunstancia es necesario reflexionar la actitud social que se muestra al docente, con esto se hace referencia a que no sólo necesitan ser cuestionados por su labor en el campo educativo, al contrario hay que detectar las fortalezas que muestran como seres humanos para evitar la devaluación y disminución de la motivación intrínseca que se refleja claramente en frustración personal y profesional.





Este cúmulo de factores generan un grado de ansiedad, que se intensifica con la nueva “cultura de la calidad”, en la cual los maestros se sienten más evaluados ya no sólo por las Instituciones sino también por los padres de familia, los cuales exigen y esperan mucho del docente, sin tener la conciencia de que se necesita trabajar conjuntamente, esto da una clara muestra del trabajo académico y social que debe de desempeñar.
Esto trae consigo un agotamiento físico y emocional, que se refleja claramente en un grado de irritabilidad, despersonalización[1], tristeza y desmotivación, que afectan directamente su autoestima, lo cual ocasiona una perspectiva equivocada sobre su desempeño educativo. A todos estos elementos en la actualidad se les denomina “ESTRÉS DOCENTE LABORAL” [2]





Este padecimiento ocasiona una sensación de fracaso profesional que sirve de pauta para entender la gran insatisfacción por el trabajo, lo que le lleva a tener una actitud demasiado crítica y carente de propuestas.
Lo anterior demuestra que la sobrecarga de trabajo y las extensas horas de labor frente a grupo afectan significativamente el equilibrio biopsicosocial[3]. Para tener una idea más clara de este padecimiento docente, se retomara lo propuesto por, Maslach y Pines, 1977; Cherniss, 1980 y Maslach, 1982, los cuales manifiestan que se afectan cuatro áreas sintomatológicas[4].


Ø La primera abarca síntomas psicosomáticos y destacan: dolores de cabeza, dolores musculares en la espalda y cuello, hipertensión, y en las mujeres pérdida del ciclo menstrual.
Ø La segunda engloba síntomas conductuales tales como: absentismo laboral, conducta violenta, abuso de drogas, incapacidad de relajarse (tensión
, etc.
Ø La tercera área se refiera a las manifestaciones emocionales, entre las que destacan: el distanciamiento afectivo que el profesional manifiesta a las personas a las que atiende, la impaciencia, los deseos de abandonar el trabajo y la irritabilidad. Esta dimensión emocional nos permite comprender el porqué el docente no aprecia su profesión y mucho menos a sus alumnos, sin embargo los elementos anteriores muestran una dificultad para que ellos perciban adecuadamente su contexto laboral, lo cual es muy difícil de enfrentar diariamente, debido a estas circunstancias es necesario aprender a conocer a nuestro profesor para que en verdad no lo juzguemos tan rígidamente y seamos capaces de mostrarle el valor que tiene en nuestras vidas.
Ø La cuarta hace referencia a los síntomas defensivos que se refieren a la activación de mecanismos de defensa, que no permiten entender el problema desde sus orígenes.
Es triste percibir que toda está sintomatología se extiende en todo su ser, es por eso que frecuentemente presenta dificultad para concentrarse produciéndose así un descenso del rendimiento laboral, al mismo tiempo, le surgen dudas acerca de su propia competencia profesional, con el consiguiente descenso en su autoestima.
Por tal circunstancia es que todo este nivel de estrés[5] activa los mecanismos de defensa que todo ser humano posee para mantener el equilibrio psicológico-emocional y así establecer un enfrentamiento adecuado para las diversas situaciones educativas, sociales y personales.
Con la finalidad de esclarecer lo anterior y comprender de una mejor forma el actuar docente es necesario tomar en cuenta dos de los mecanismos que más fácilmente se activan, estos son: la negación emocional, la cual evita que el docente perciba realmente las emociones que lo desgastan día a día debido al poco control que tiene sobre ellas, este se complementa con la intelectualización o la atención parcial hacia lo que le resulta menos desagradable, le sirve como escape de la realidad.
Si observan no es una situación sencilla la que el docente experimenta, al contrario es doloroso visualizar cómo se va desgastando su ser, como pierde las ilusiones con las que en sus inicios cimento su labor, como adormece la pasión con la que se desenvolvía continuamente, sin embargo podemos apoyarlo a reencontrar su camino, así como él lo ha hecho a lo largo de la vida.





Esto le permitirá desarrollar una capacidad de afrontamiento positivo para aprender a utilizar las diversas técnicas de afrontamiento, entre las cuales destacan:
Ø La búsqueda de información, lo cual permite conocer de forma más veraz la situación real y los tratamientos adecuados para enfrentar tan difícil situación.
Ø Apoyo social, puede unirse a grupos que le permitan establecer una pertenencia y aceptación social, ya que comparten la misma situación, esto apoya a que el docente se sienta más entendido y sea capaz de reaccionar ante los estímulos que le generan este grado de ansiedad.
Ø Autoafirmaciones, las cuales permiten realizar una interrupción del pensamiento negativo, para establecer una reestructuración cognitiva, que permita entender al docente que es capaz de enfrentar esta situación tan desgastante.
Todas muestran diversas alternativas para establecer un equilibrio psicológico y emocional del maestro.







BIBLIOGRAFÍA
Bibliografía
Barona Guerrero Eloísa, Revista Iberoamericana de Educación “Una investigación con docentes universitarios sobre el afrontamiento del estrés laboral”, España, revisado el 3 de marzo del 2009.

Barlow, D., y otros. Psicopatología. Tercera edición. Editorial Cengage Learning Editores, 2003. Pp 183

Morris, Maisto. Psicología. Décima edición. Editorial Prentice Hall (2001). Pp 476.
www.aidex.es/estres/presenta.ppt




[1]Es un cambio en el conocimiento del individuo mismo en el que se siente separado de su propia experiencia, del cuerpo y la mente pareciéndole que es un extraño.
(Barlow, D., y otros. Psicopatología. Tercera edición. Editorial Cengage Learning Editores, 2003. Pp 183)
[2] Programa de prevención y control del estrés docente. En www.aidex.es/estres/presenta.ppt Revisado el 1 de marzo del 2009
[3] Es el desarrollar una conciencia que les permita entender que son seres humanos capaces de sentir, de vivir y reflejar cualquier emoción o situación perturbadora, que en algún momento puede limitar sus acciones y relaciones sociales.
[4] Barona Guerrero Eloísa, Revista Iberoamericana de Educación “Una investigación con docentes universitarios sobre el afrontamiento del estrés laboral”, España, revisado el 3 de marzo del 2009.

[5] Estado de alteración del Sistema Nervioso Central, debido a las diversas exigencias contextuales, que ocasiona cambios fisiológicos, psicológicos y emocionales.
Morris, Maisto. Psicología. Décima edición. Editorial Prentice Hall (2001). Pp 476.

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